sábado, 24 de abril de 2010

DANIEL LUQUE NO QUIERE SER FIGURA


Porque si quisiera serlo habría mostrado con claridad que los toros que salieron en cuarto y sexto lugar estaban enfermos o eran tullidos o quién sabe qué. Pero en vez de echarles el capote abajo en el primer tercio, tanto el matador como su cuadrilla se dedicaron a labores de enfermería para mantenerlos en el ruedo. Se supone que porque en los primeros lances con la capa había visto que eran dos de esos toros idiotas, nobles les llaman, que tanto gustan a los que dicen que son figuras del toreo y que dejan a sus matadores hacer las posturitas que enfervorizan a los públicos y que no engañan a la afición. A los dos los toreó bien a la verónica y los condujo hacia el centro del ruedo antes de que salieran los piqueros, pero ya entonces demostraron que estaban lisiados. Si en lugar de empeñarse en dejar al cuarto en el ruedo hubiera demostrado al presidente su invalidez, le habrían sacado al primer sobrero que, sin ser una joya, le hubiera dado un poquito más de juego y hubiera podido demostrar lo que decía valer su toreo. Aquél no era demasiado mal toro, aunque Perera lo desaprovechó porque el de Badajoz está absolutamente perdido, como ha demostrado en todas sus actuaciones en la Maestranza esta temporada.
Tengo la impresión de que Daniel Luque ha sido una víctima del taurinismo reinante que no sólo acaba con potenciales toreros sino que va a terminar con la propia fiesta de los toros. Pasa como con el mundo financiero que, a fuerza de intentar obtener beneficios rápidos, casi acaba con el mismo negocio y con más cosas. Yo creo que a Luque lo han secado los especuladores. Vean si no. El joven gerenense comenzó su andadura en 2005 de la mano de su paisano Tomás Campuzano, un hombre del toro que ha acompañado en sus primeras etapas a algunos toreros interesantes, pero lo dejó al año siguiente para darle poderes a González de Caldas (Taurotoro) quien le llevó a tomar la alternativa (para mí precipitadamente) en Nimes en mayo de 2007. De la mano de González de Caldas y después  de José Luis Marca (desde finales de 2009) Luque emprendió una dislocada carrera por España y América. Ambos personajes controlan ganaderías, plazas y toreros, y ya me dirán si no tienen un cierto halo especulador detrás. Si hacemos caso a la interesante mirada del autor del blog El toro de la jota, que observa el mundo taurino desde la perspectiva de Wall Street, Luque es el producto de la especulación financiera: beneficios rápidos y caida fulgurante. La trayectoria que el torero lleva este año, desde su desastroso encierro con seis toros en Las Ventas, es una pena. Debería retirarse un poco y meditar, porque la carrera para ser figurón del toreo es de fondo y no de velocidad (ahí tiene a Don Julián López) . Porque Luque tiene madera de torero y lo hemos visto torear muy bien. Pero ahora, excepto con la capa, no da pie con bola. Y podía preguntarle a Cepeda (que ayer estaba en el callejón acompañando a su poderdante Perera) qué pasa cuando sólo se plantan los pies con el capote y se tienen demasiado ligeros en el tercer tercio.
La carrera de Perera ha sido algo diferente pero, quién sabe por qué, ha perdido totalmente los papeles y el sitio. Ayer pareció tener algo más de ganas, pero no respondió a las expectativas. Un desastre. Sólo en algún quite (ayer hubo quites que parecían augurar un final feliz para el festejo) dio la talla que se esperaba. Pero nada de nada.
En fin, que el mano a mano (José Luis decía que era un "menos a menos") ha sido otro más de los petardos de este abono. Empezando por los jandillas de Fuente Ymbro, que eran blandos, casi enfermos, y descastados (los dos primeros parecían novillitos), siguiendo por los matadores que merecieron con creces la bronca con la que les despidió el público maestrante, y terminando por el presidente que no debió dejar en el ruedo al menos a tres toros del encierro.
Benito Quinta picó muy bien al torito que se lidió en segundo lugar. Al menos eso nos llevamos en el cuerpo.

2 comentarios:

  1. Lo peor de todo ésto es que la ¿autoridad?sólo ejercite el derecho a sus prebendas ,gabelas ,figuroneo y lo que caiga, y permita lo que está permitiendo que salga por chiqueros y no ordene analizar pitones ni vísceras de la mayoria de lo lidiado.Y esto en Sevilla.¿Qué no ocurrirá por esas plazas de Dios?.
    Pués bien,partiendo de que la ¿autoridad? no solamente no es el contrapeso necesario en cualquier actividad con intereses encontrados,sino que se convierte en colaboradora imprescidible para el gatuperio,todo lo demás que ocurra en el ruedo es secundario.
    No obstante me parece acertadisimo su análisis sobre Luque, en éste mundo taurino infectado de pícaros y Riconetes,entre los que se encuentran también los coletas, que cuando llegan a algo mandan al paro a sus descubridores y maestros.

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  2. Totalmente de acuerdo franmartin. La "autoridad" tuvo gran parte de la culpa de lo que pasó en el ruedo. Pero los toreros también. Va a acabar con los toros. Ellos y no los antitaurinos que siempre los hubo.

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