miércoles, 21 de abril de 2010

DON JULIÁN LÓPEZ


Ayer por la tarde en la Maestranza un torero llamado Don Julián López (ya deberían quitar de los carteles ese impropio "El Juli") dio una lección  magistral de toreo. Era un manso que huyó de los caballos y por el que nadie daría un duro. Pero Don Julián se lo llevó a los medios, le ordenó por donde había que pasar, y "Zurcidor" (así se llamaba el manso) se llevó una eternidad embebido en la muleta del maestro. Mando sin titubeos con la mano diestra y toreo del bueno en los naturales a veces larguísimos. Una gran estocada acabó una faena que quedará para los anales de esta plaza de toros y a la que tuvimos la suerte de asistir. Cuando hablemos de toros a nuestros nietos les podremos contar que fuimos testigos de esta lección magistral de toreo.
Don Julián pidió que dieran la vuelta al ruedo al toro que le ha encumbrado a las más altas cimas de la tauromaquia y una parte del público le secundó. Es natural que Don Julián quisiera agradecer de este modo la colaboración de "Zurcidor", pero el toro no lo merecía.
Ya no hay nada más que contar. A Manzanares, que se la jugó en el quinto, le regalaron una oreja. Daniel Luque pasaba por allí vestido de torero, pero torear no toreó.

6 comentarios:

  1. En el comentario que hice a "Un petardo de presidente" mostraba mi acuerdo al hecho de que el presidente no le concediése la segunda oreja a "El Juli"; y en este caso estoy de acuerdo con las dos orejas, porque ahora era un toro dificultoso y lo metió en la muleta, porque toreó con la mano izquierda, porque los pases estaban ligados y no eran meros pases aislados uno tras otro y porque la figura no llegó al limite de la controsión, aunque la espada cayó algo trasetra, esta vez si.
    Respecto a Manzanares creo que le regalaron una oreja en el segundo, sin embargo creo que en el quinto se la merecía por la lucha que tuvo con el toro que le tocó en suerte, exprimiéndolo en lo que tenía todo lo que pudo.
    Luque descentrado, frío y teniendo poco que decir.
    Por último indicar que los toros eran "muy bajitos" y mansos,pero tenían una movilidad y presentaban dificultades para el torero, que algunos de ellos trataron de solventar, esto hizo que la tarde no fuera tan soporifera como otras.
    Volveremmos, sin perder la esperanza.
    Salud

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  2. De acuerdo. Los toros eran zapatos y mansos. Pero salimos de la plaza contentos. Muy contentos.
    Gracias por sus interesantes comentarios

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  3. Si ha de quedar para los anales de esta plaza de toros, que quede, pero como debe ser en Real Plaza de Caballería, otorgando al Juli el título que dejó desierto algunos años atrás el Conde don Julián.
    La Infanta de España, más conocida en Sevilla como "la guapa", podría ser la madrina del envite.

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  4. Regalada la oreja a Manzanares???? Tu lo flipas.

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  5. Pues yo sigo pensando que la oreja del quinto fue un regalito, producto de la estela de la faena de Don Julián.

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  6. Que pena de toro,solo me acuerdo de su forma de acometer,de los vulgares muletazos de D Julian trato de recordar pero es en vano.

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