domingo, 25 de abril de 2010

LAS NUEVAS TRADICIONES


El sábado "de farolillos" se ha convertido en la Maestranza en el día de la corrida de la prensa del corazón. Del mismo modo que el domingo por la mañana hay espectáculo de rejoneo y por la tarde se corren los toros de Miura. Y además esta corrida ha estado protagonizada en los últimos años, excepto el pasado que sirvió para despedir a Esplá, por la misma terna: Manuel Díaz "El Cordobés", Francisco Rivera Ordóñez y David Fandila "El Fandi". Plaza llena de público proveniente de cualquiera sabe dónde, y algunos aficionados que no cejan en su afán por ver toros en el ruedo. Pero yo creo que vamos a ir dejando de acudir a este festejo, porque año tras año resulta un espectáculo insoportable. Los tendidos se llenan de gente interesada fundamentalmente por ver en vivo y en directo a los toreros que más aparecen en el papel cuché y en la televisión rosa, y las evoluciones en el ruedo de Fandila. Porque otra cosa no se ve. A la empresa le viene bien: lleno de no hay billetes, toros de saldo y toreros baratitos. Un negocio para redondear el ciclo continuado de feria.
Los toros de Torrestrella (qué pena de ganadería) aunque en general empujaron en varas, eran de gelatina o enfermos o tullidos o yo qué sé. El sexto además tenía una cornada reciente que se abrió durante la lidia dejando salir un cuajarón de sangre. Casi todos eran chicos, de cara limpita y, menos el sexto, anovillada. Algunos sospechosos de pitones. Cómo serían los cuatro que fueron rechazados en el reconocimiento cuando salió lo que salió por la puerta de chiqueros. Sólo uno, el quinto, fue devuelto por el presidente y sustituido por un sobrero de Toros de la Plata que llevaba una eternidad en los corrales. Pero cuatro más no debieron permanecer en el ruedo. Qué papelón del (mal) presidente Francisco Teja que dejó torear cornúpetas que comían albero antes de entrar a los caballos (no digamos después) y que daban muestras de debilidad extrema. Un encierro digno de una plaza portátil con espadas de segunda por el que se pagaba en taquilla lo mismo que por ver toros de verdad estoqueados por figuras del toreo.
De lo que pasó en el ruedo más vale olvidarse para no caer en la tentación de no renovar el abono. Sólo se pudo salvar el pundonor y la honestidad de El Fandi. El granadino siempre está en buena disposición, atento a la lidia y hace lo que sabe y lo que los públicos esperan de él. Capoteó con soltura y variedad a sus dos toros (al primero se lo llevó a la boca de riego toreándolo por bajo con poder y torería), llevó a un toro al caballo con chicuelinas al paso y participó en los dos quites que le correspondían; uno con chicuelinas muy ajustadas. Puso sus pares de banderillas como suele: haciendo un alarde de facultades y exponiendo lo suyo. Los del primero mejor que los del segundo. Los públicos puestos en pie aclamaron al matador al final de cada suerte. Con la muleta hizo lo que sabe. Es que no da para más: ni temple ni colocación ni nada de nada, eso sí con la mayor de las voluntades y la mejor predisposición. Pero llega a ser cansino. Como los públicos vienen a verle poner banderillas, pues que después aliñe a los toros y los mate con prontitud. Todos se lo agradeceríamos y no perdería alguna orejilla, como le sucedió en el sexto de la tarde cuando el (mal) presidente Teja no cedió a la pretensión de los públicos de concederle una oreja que ya estaba dispuesto a cortar su tercero.
El Cordobés no tiene maneras para hacer el paseíllo en la Maestranza. No torea ni con la muleta ni con los capotes, ni pone los toros en suerte como se debe, ni está atento a la lidia ni nada de nada. Se llevó a sus dos toros a los terrenos del 10 y allí se dedicó a conversar con los públicos dando trapazos a los tullidos que le tocaron en suerte hasta que los mató de mala manera. Un espectáculo indigno de esta plaza. Pero los taurinos se empeñan en traerlo cada año y los públicos le aplauden a rabiar todas sus gracietas, porque es muy simpático y muy campechano y muy humilde. Pues yo conozco a mucha gente que es así y no se visten de toreros.
Lo del mayor de la última generación de la dinastía Ordóñez es todavía peor. Yo no sé quién tuvo la feliz idea de proponer (y conceder) la medalla de oro de las Bellas Artes a semejante pegapases. Evidentemente el que lo hizo no sabía de toreo ni desde luego de Bellas Artes. Qué espectáculo dio Rivera. Cumpliendo de mala gana en cada tercio (puso banderillas vulgares a su segundo), colocado siempre fuera de sitio y citando descaradamente con el pico de la muleta; matando mal. Si lo viera su abuelo Ordóñez le prohibiría anunciarse en los carteles. Entre los públicos las mocitas enaltecían su guapura y los varones su humildad y simpatía. Pero ninguna de esas virtudes, que las tendrá, tienen que ver con el toreo. Un espectáculo por el que seguramente cobró bastantes euros de curso legal. Una estafa en toda regla.
En fin que la Maestranza se convirtió ayer en una plaza portátil de cuarta categoría a pesar de que los balconcillos estuvieran ocupados por maestrantes y sus mujeres ataviadas lujosamente y de que en el palco de convidados de la Real Maestranza se sentara la duquesa de Alba con peineta, mantilla blanca y clavel rojo en la cabeza.
Para completar el desastre el maestro(¿?) Tristán atacó el pasodoble a instancias del público mientras Fandila trapeaba al sexto. Puso cara de "¿qué le voy a hacer si me lo están pidiendo?". Pues no hacer caso, hombre, no hacer caso. Que la música en la Maestranza no es una charanga de plaza de pueblo.

5 comentarios:

  1. AYER AL IGUAL QUE AÑOS ANTERIORES LE DI LA ENTRADA DEL ABONO A UN AMIGO, ADVIRTIÉNDOLE PREVIAMENTE LO QUE PODÍA OCURRIR, QUERÍA QUE SUPIERA LA RAZÓN DE MI BONDAD Y QUE NO QUERÍA PERDER SU AMISTAD.
    ESPERANZA Y SALUD

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  2. Muy buena decisión. Lo que pasa es que hay que seleccionar muy bien al amigo, porque estas corridas son una oportunidad para perder un aficionado o crear un antitaurino

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  3. Ángel Andrés Martínez Argos25 de abril de 2010, 22:25

    Entre los tres coletas de esta tarde no se completa un torero en condiciones, de esos que se han quedado fuera del abono...
    ¿ Y esta es de las primeras plazas del mundo...? ¡ Venga ya, hombre...!

    Ángel Andrés Martínez Argos

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  4. Hola, me encanta tu blog...sinceridad ante todo.
    La verdad es que lo del sábado fue de pena.
    El cordobés un pasito pa' tras y otro también...
    Rivera Ordoñes, no vale ni pa subarterno
    El fandi, después de terminar con el tercio de banderillas debería matar al toro.

    Un saludo, y espero que sigas comentando los festejos de la temporada en la Maestranza.

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  5. María Muñoz Reyes25 de abril de 2010, 22:33

    Lo de Rivera ya es patético. De la Medalla de las Bellas Artes, lo mejor que podemos hacer es olvidarnos, para no echar más vergüenza sobre quien la concedió y quien la recibió.
    Ni una pudo llegar a menos ni uno a más...

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