sábado, 17 de abril de 2010

UN PETARDO DE PRESIDENTE


El Juli ha dado hoy una lección de toreo en la Maestranza. Ha estado serio, con poderío, mandón, con temple. Vaya dos faenas que nos ha obsequiado bajo una lluvia que no cesaba. A su primero, un toro de los que llaman "noble", esto es, que iba y venía como un carretón y que tomó las varas justitas, le hizo una muy buena faena y lo mató de un estoconazo (al menos así lo vi yo desde mi tendido, porque lo mató en terrenos del 6). Lo entendió a la perfección, le dió la distancia justa y lo enceló en la muleta. Además, lo toreó de manera extraordinaria con el capote, tanto en los lances de recibo como en el quite a la primera puya. Al segundo, un toro descastado y blando como el dulce de membrillo, lo toreó con mimo, dándole las distancias, colocándose en el sitio exacto y sacando lo que no tenía con el arrojo y la ilusión de un novillero. Vaya una lección de maestría torera. A éste lo mató regular, y además Emilio Fernández, el tercero de la cuadrilla, lo levantó del suelo al apuntillarlo cuando el descastado "Botijito" se había echado para que lo dejaran en paz. El público pidió con fuerza las dos orejas en el primero. Creo que se las merecía: la faena fue de lujo y la estocada ya merecía una por sí sola. Pero el Sr. Presidente, don Francisco Teja, decidió que era suficiente con una y no concedió la segunda. Gran bronca para la que hizo todos los méritos posibles. Sin embargo en el segundo sacó los dos pañuelos casi a la vez, cuando era faena de una merecida oreja pero no de dos. El público las pidió para compensar el desaire de la presidencia en el primer toro.
El Presidente ha dado hoy el petardo, seguido muy de cerca por el ganadero, pero de esto hablaremos después. Francisco Teja pretendió tras el primer toro dar imagen de conocedor y de riguroso a la hora de conceder trofeos. Él, que entiende mucho de esto, sabía que la faena del maestro Julián López no merecía más que una oreja, porque claro él, que sabe mucho de esto, sabe que está en la Maestranza y a ver si le van a reputar de blando, etc., etc. Pero resulta que el Sr. Teja dejó en el ruedo al tullido segundo que tocó en suerte Castella, y al inválido tercero que debía torear Perera. ¿Pero no era obligación de los presidentes velar por los intereses de los aficionados? Pués aquí estuvo del lado del  Sr. San Román y de la Empresa. Esos toros se quedaron ahí. Y si el presidente debe velar porque se cumpla el reglamento, pues entonces por qué no se ocupa de que los toros se pongan en suerte en el primer tercio como es debido, es decir fuera de la segunda raya, o de que los picadores no pasen la primera a la hora de citar, o de que los toros tengan el trapío y las fuerzas suficientes. Porque ni hoy ni el día de los Conde de la Maza se ha preocupado de que se cumpliera el reglamento. Porque resulta divertido que se hayan toreado inválidos y los presidentes no hayan dicho ni pío, y que se cometan todas las fechorías imaginables en la suerte de varas y los emplumados representantes de la autoridad no hagan acto de presencia ni se multe a los incumplidores, mientras que cuando los subalternos hacen un amago de rueda tras una estocada se ponen muy circunspectos golpeando las tablas para avisar de que eso no se puede hacer. Pues señor Teja, la rectitud en la suerte de varas es mucho más importante que las ruedas para tumbar a un astado. No sé si considera que eso no forma parte de sus obligaciones. En fin, que ha dado usted un petardo que ha pretendido remediar en la faena de Don Julián a su segundo toro, que ha tenido mucho mérito, pero que no era merecedora de esa segunda oreja. Sr. Teja, usted no debería haber vuelto a presidir en la Maestranza: no tiene nivel para eso.
Y ahora el asunto de los toros. El señor San Román, dueño de los toros de El Ventorrillo, ha enviado a Sevilla un encierro bastante mediocre. De los seis toros, sólo el primero reunía condiciones para la lidia. Los otros cinco han sido blandos y, en general, descastados. El sexto, manso de libro. Menos el primero, todos se han caído y han cumplido malamente en varas. ¿No lo vio el exigente Sr. Teja? Claro que de nuevo la culpa es de los matadores. Porque en lugar de tapar los defectos, podían haberlos toreado por abajo y mostrar la blandura de los astados, forzando al presidente a devolverlos. Pero tampoco les importó demasiado. Porque estos son los toros que le gustan a las "figuras": nobles les llaman, pero realmente son idiotas. Juanpedros descastados y enfermos a base de quitarles y quitarles bravura una generación tras otra. Ya lo tengo escrito en otros comentarios. Así, a menos que tengan la suerte que hoy ha tenido El Juli en su primero o la maestría que ha demostrado en la lidia de su segundo, no se puede triunfar. El primero de Perera era manifiéstamente inválido: metía bien la cabeza, humillando, pero entraba pataplán, pataplán, a trote cochinero, y después a comer un poco de albero. Y los de Castella eran tan endebles que el gallo francés no pudo hacer el toreo que parecía intentar. Él ha tenido la culpa, por no tirarlo al suelo: ha quedado a la altura del betún al lado del magistral Don Julián. Amigo Castella, con esa actitud no llega usted a número uno, por más que se empeñe.
Otra cuestión es el caso de Perera. El año pasado no vino, y este año lleva dos petardos. Con el primero de El Ventorrillo no había nada que hacer, aunque tampoco ha dado muestras de muchas ganas. Vale. Pero ante el manso sexto ha mostrado incapacidad manifiesta. Ni sitio, ni recursos, ni ganas. Ese sexto ha corrido por el ruedo a voluntad y Perera empeñado en torearlo como si fuera un toro encastado. Cero. Cuando se puso a doblarse con él, otro cero. Y al matar... En fín, que de seguir así el viernes de farolillos se promete soporífero. Recuerden lo que pasó a Daniel Luque en Las Ventas el pasado Domingo de Resurrección.
Y por favor, Don Quien Corresponda, no vuelva a nombrar a Franciso Teja para presidir en la Maestranza. Es el mejor aliado de los antitaurinos.

6 comentarios:

  1. Pues yo apoyo a el presidente, no le hubiese dado tampoco la segunda en el primer toro, a mi no me llego del todo.Y como sevillano le digo que es de lo mejorcito qu tenemos en la plaza (Sevilla es de 1º) , no regala ni una, no como otros que hacen caso a un publico que va a las plazas a que les vean.

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  2. Yo también quiero defender al presidente, a mi me parece que a la Plaza de Sevilla le falta seriedad en la concesión de trofeos basta echar una mirada para atrás en esta feria y se veran trofeos que desde mi punto de vista son inmerecidos, pero creo que esto no tiene arreglo, basta ver la que se le montó ayer al presidente por una oreja menos, a criterio de algunos o muchos, y el silencio que se hace ante los inválidos que nos echan tarde tras tarde.
    Desde mi punto de vista y mojándome en lo que ocurrió ayer en el tema "Juli", he de decir que estoy en una contradicción, las dos faenas en conjunto merecen quizás salir por la puerta el Principe, pero faena a faena, creo que son merecedoras de oreja y oreja, porque me pregunto ¿fué la faena equilibrada en su desarrollo por ambas manos? o ¿fueron faenas diestras?, ¿cargaba la suerte?, ¿abusaba del perfil?, ¿la espada estaba en su sitio?, ¿eran toros bravos lo que tenía delante o eran un producto comercial?......
    No obstante y desde este blog me gustaría animar a los asistentes a la Maestranza, que mostraran con tanto afán su desacuerdo con los veterinarios de la plaza por permitir lo que nos echan cada tarde, con el presidente cuando no respeta el reglamento o cuando concede trofeos infumables, etc, etc.

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  3. A mí no me parece mal presidente. Estoy de acuerdo con el comentario anterior. La segunda oreja, a mi gusto fue concedida en pro de una muy buena faena en los dos toros. Gracias al presidente, que no canceló la corrida por la lluvia, disfruté de lo lindo con el gran Juli (merecedor, sin duda de salir ayer por la Puerta del Príncipe)

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  4. El problema, amigos Anónimos, es que el presidente no devolvió dos toros inválidos. Cuándo cumple con su obligación?

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  5. El debate se centró en la concesión de las orejas, si analizamos la actuación global de la autorida, hay que situarse en la "precorrida" y cuestionar al presidente, y mucho más a los veterinarios que firmaron o aceptaron las reses que nos echaron. Pero estamos en Sevilla y aquí parece que es aceptable todo salvo una oreja menos.
    Que no se pierda la esperanza.
    Salud

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  6. El debate sobre la concesión o no de las orejas ha de ser siempre, desde mi punto de vista, un debate secundario para el aficionado.

    Dicho esto, para mí lo justo hubieran sido dos en el primero y una en el segundo.

    En cuanto a los toros, el año pasado fue malísimo, y éste ha empezado peor. He podido ver por primera vez algunas corridas de Fallas y también por primera vez estoy pudiendo seguir casi todas las de Sevilla y el panorama es preocupante.

    Eso sí que es grave. Mucho más que las orejas de más o menos o incluso que lo de Cataluña.

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