jueves, 19 de abril de 2012

UN CHURRO POR SEVILLANAS


En la ciudad en la que vivo, en Sevilla, cuando algo es muy malo o está mal hecho se dice que es un churro. Y cuando algo está muy deteriorado se dice que está hecho un churro. Pues eso. La corrida de ayer en la plaza de toros de la Maestranza fue un churro. Un churro de matadores, un churro de cuadrillas, un churro de toros, un churro de música, un churro de presidente y un churro de público.
Fue en primer lugar un churro de toreros porque los tres diestros (es un decir) sevillanos que hicieron ayer el paseíllo en el albero maestrante no dieron pie con bola. Como ya dije hace unos días, Salvador Cortés está sin sitio ni ganas ni recursos ni nada de nada. No quiso ni ver a sus contrarios astados a los que toreó de mala manera, despegado, a trompicones, y mató peor. Creo que debería dejar esto y poner un bar en Gines.
De Antonio Nazaré y Esaú Fernández sólo se puede decir que mostraron una manifiesta incapacidad para afrontar sus responsabilidades taurinas. Fernández, que recibió a sus dos toros a portagayola, los toreó después (es un decir) al hilo del pitón, reservón y sin recursos. No sé para qué hace la machada de recibir a los toros en la misma puerta de chiqueros, para después, con la muleta, dejar entre él mismo y el toro tanto sitio como para que pase otro astado. No se cruzó ni por equivocación. Mató de dos bajonazos saliéndose de la suerte. Y por el segundo, entre el público y el presidente le regalaron una oreja. Lo de Nazaré, pues ya se sabe. No pudo con ninguno de sus dos ejemplares. Hizo un toreo despegado, ventajista, presentando siempre el pico de la muleta en los cites... incapaz. Su segundo, que tenía una enorme y astifina arboladura, lo enganchó y le dio un puntazo en la pantorrilla. Él tuvo la culpa, porque el toro nunca fue toreado y se le quedaba a mitad de camino, hasta que le echó mano. Herido, mató de un bajonazo con vómito y el público y el presidente le regalaron también una orejita. Sería porque se dejó coger. Como han cortado sus orejitas, pues ellos creerán que lo hacen bien y seguirán con las mismas malas artes en las corridas que les salgan en adelante (si es que les sale alguna). Bueno, la Empresa Pagés ya tiene argumento para traerlos el año que viene a la Maestranza: cartel baratito y además "ayudando" a los diestros locales.
Los toros de Fuente Ymbro fueron otro churro. La presentación de los jandillas de Ricardo Gallardo fue intachable: tenían trapío para dejarlo de sobra y una arboladura impresionante. El quinto daba susto. Pero fueron mansurrones y blandos hasta la desesperación. También nobles (ya saben, tontorrones). Pero no servían ni para el llamado toreo moderno de pasapacá-pasapallá, porque, como no tenían fuerzas, pues se quedaban a medio camino. Una decepción después del buen sabor de boca que dejaron los novillos de este mismo hierro el pasado viernes. Al final les ha salido la mala "casta" Domecq que está en el mismo núcleo de su genética.
El presidente fue otro churro. Debió devolver a varios de ellos a los corrales. El segundo toro era inválido de los cuartos traseros (o lo habían invalidado) y dejarlo en la plaza fue un despropósito. Pero también debió devolver otros que no tenían las fuerzas necesarias para luchar por su vida en una plaza de primera. El cuarto mordió el albero varias veces al salir de los mantazos que Salvador Cortés de propinó antes de llevarlo ante los caballos de picar. Y desde luego no hizo nada bien concediendo las dos orejas que concedió a petición de un público vociferante.
El comportamiento de los asistentes a los tendidos dejó ver que son muy pocos los aficionados que acuden a la Maestranza. Pedir las orejas que se pidieron a Fernández y Nazaré después de dos malas faenas y sendos bajonazos es algo que sólo se puede explicar por un desconocimiento supino de lo que es la tauromaquia. El mismo desconocimiento que mostró el director de la banda de Tejera al acompañar con pasodobles los mantazos de la faena de los diestros. Y cuando, con buen criterio por una vez, paró la música el público se lo recriminó a voces. Lo que hay que ver en esta plaza...
En fin, que como el cartel de ayer era un cartel formado por una terna de matadores sevillanos, pues la corrida fue un churro por sevillanas.

11 comentarios:

  1. despues de poner a los toros como lo ha puesto,¿como se puede meter con los toreros,como se mete?.algo falla.
    no entiendo esta forma de critica.

    el cortinar

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    1. Es fácil. Cada toro tiene una lidia, y estos toreros no se la dieron a ninguno de los suyos. Y cuando se pusieron a in tentar lo hicieron de malas formas. A ver. La suerte o pase al natural se hace cruzándose frente al toro, poniendo la muleta en el pitón contrario, el derecho, y no "fuera de cacho" y estirando el brazo cuanto da para hacer creer que se torea. Y las suertes con la derecha, con la muleta armada con el estoque, se hacen presentando al toro la muleta plana, no citando al toro con el pico y tirando de él hacia las afueras. Si uno no es capaz de hacer las suertes como es debido, pues no se viste de torero. Y si el toro no es válido para torear de verdad, pues entonces se torea por delante, "sobre los pies", se aliña y se entra a matar. Lo demás es engañar a quien se deje. Y sean como sean los toros.

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  2. pues que no le untan, está claro

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  3. Maestro y ¿los churros sin chocolate?

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  4. Según el comentarista taurino de "El País", los toros fueron una maravilla y los toreros un desastre.
    Yo que, como bien sabe Elías, no entiendo de nada de esto, me pregunto qué hubiera hecho ese modelo de torero, árbitro de la elegancia, llamado Tunante de la Puebla, o algo así, con el quinto de ayer.

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    1. No, si bonitos los toros lo eran. Una preciosidad. Trapío, defensas, de todo... El problema no es siquiera que fueran mansurrones, que la de ser manso es una posibilidad del toro de lidia. Es que en general eran flojos, muy flojos, descastados y tontorrones.
      ¿Que qué habría hecho Morante? Quién sabe, pero seguramente habría intentado torearlos de verdad, en la medida de lo posible; o los habría aliñado, estocada y a otra cosa mariposa. Después gran bronca y se acabó. Depende de como le cogiera el cuerpo. Pero la bronca forma parte de la tauromaquia. O se busca el triunfo toreando de verdad, o se coge por la calle de enmedio y se aguanta el chaparrón. Pero hacer como si se toreara es engañar al que paga.

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  5. Yo no entiendo nada de esto,que quede bien claro, pero me hacía una idea. Cuando le comparaba a mi padre el fútbol con los toros se echaba las manos a la cabeza, ahí delante había un hombre jugándose la vida,decía, perpetuando la tradición centenaria de un festejo rico por su historia y significado... Ahora con el paso del tiempo entiendo lo que mi padre me quería decir y tenía razón... Pero eso era la tauromaquia de antes, cuando la gente iba a ver la lidia y no al torerito guapo que sale en las revistas (uy mira, que guapo es, pues en la tele parece más alto), mientras los empresarios, puro en boca y clavel en la solapa se ríen del personal. Esa "afición" que va a los toros para largarse de la feria después de comer para decir muy alto "¡niño, me voy a los toros!", de ahí el constante obsequio de orejas.

    Gente que va a los toros como quien va a ver a Cristianito Ronaldo ("El niño de Madeira"), o ni eso.

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    1. Claro que sí. El toreo es fundamentalmente épica. La épica y la emoción que tienen el enfrentamiento del hombre contra la bestia, la inteligencia y la fuerza, la naturaleza y la cultura. Pero sólo existe la épica y la emoción cuando el toro tiene todos sus atributos y cuando el toreo se hace de acuerdo con los cánones que marca la tauromaquia. De lo contrario no tiene interés alguno. Es un espectáculo sin interés y hasta sanguinario. El problema es, claro está, que la mayoría de la gente que va a las plazas de toros no son "aficionados", esto es, conocedores de los tipos de toro, de los tercios, de las suertes, de las lidias que cada tipo de toro precisa... Y de esto se aprovechan los taurinos: empresarios, ganaderos y toreros. Así nos va.

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  6. jajajajajaja en el jaleo que estas metío jajajjaaj un abrazo "vecino" jajajaaj

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