domingo, 26 de septiembre de 2010

NO HAY MUCHO DE QUÉ HABLAR


Realmente no hay nada que decir sobre lo que ocurrió ayer en la Maestranza. Toros vulgares y descastados (con peligro sordo a veces, pero es que son toros...) y toreros más vulgares aún. No queda casi nada de ese esplendoroso Cid que tanto nos hizo disfrutar con la fuerza y el mado de su mano izquierda. Y nada le vimos a Daniel Luque que mejorara la (mala) opinión que dejó en su actuación en el ciclo abrileño. Otro mano a mano tedioso en que ninguno de los dos actuantes tenía la más mínima intención de entrar en competencia con el otro.
Todo fue muy vulgar: hasta los toreros de plata que otras veces nos hicieron vibrar en los duros asientos maestrantes estuvieron vulgares. Qué vulgaridad de Alcalareño, qué vulgaridad de Boni, qué vulgaridad de Pirri. Qué pena de actuación gris de Mariano de la Viña...

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