sábado, 22 de abril de 2023

UN NOVILLERO LLAMADO ROCA REY

 El mediocre y basto encierro que Núñez del Cuvillo trajo ayer a Sevilla tuvo dos ejemplares que medio se dejaron torear. Uno, el quinto, le cayó en suerte a Manzanares que lo supo aprovechar hasta que llegó la hora de la suerte suprema: petardo gordo con la espada, consecuencia de lo que parece una creciente desgana del otrora excelente matador. Lo que sí tuvo mérito fue que, como el pitón bueno del morlaco era el izquierdo, Manzanares hizo la mayor parte de la faena por naturales, algunos con clase y temple aunque con poco mando, que no estaba el núñezdelcuvillo para mucho dominio. Pero al menos vimos al alicantino torear con la izquierda en vez de esas faenas de derechazos encadenados haciendo una reolina y otra y otra más. Bienvenido sea.

Pero el premio gordo se lo llevó Roca Rey que tuvo el ejemplar más potable (no quiere decir que fuera un toro bravo). Lo vio pronto el peruano y, después de dejarlo crudo en el caballo, se enfrentó al noble animalejo como si fuera un novillero que busca la oportunidad de su vida. Pases arriesgando a carta cabal, de esos que ponen a los tendidos de pie: rodilla en tierra, cambiados por la espalda. Roca Rey sabe lo que el público quiere y se lo da en cuanto puede y el toro se lo permite. Toreo bullicioso y arriesgado (el valor frio de este torero es increíble). De modo que cuando dio cuenta del animal en la suerte suprema de un estoconazo, los tendidos se poblaron de pañuelos blancos. Dos orejas que el presidente dio sin dudar, quizás para resarcir al matador de las que le negó este mismo presidente (Fernando Fernández-Figueroa Guerrero) la pasada temporada. De modo que unidas a la que cortó en su primero, le daban la llave de la ansiada Puerta del Príncipe. Si se compara su faena con la de Daniel Luque, no hay duda: esas dos orejas eran dos orejas muy baratas. Pero Roca es un torero de masas y las masas lo quieren ver salir por la Puerta del Príncipe. La tauromaquia precisa de cuando en vez de estos toreros que llenan las plazas y crean afición. Bienvenido sea.

Urdiales se topó con lo peor del encierro y poco pudo hacer.

Antonio Chacón puso un excelso par de banderillas y tocó la música en su honor. Queda para los anales de la Maestranza y se lo podrá contar a sus nietos: eso no pasa todos los días.

 

2 comentarios:

  1. Lo que llevamos de feria, le llamaría el regalo de las orejas, excepto Luque, a Juli le sobraba una, a Roca dos, la primera no tenía petición mayoritaria y de las dos podíamos quedarnos con una por la petición y la de la tarde de los Domecq también sobraba.
    La plaza de Sevilla cómo hoy dice Zabala, se parece a Olivenza.
    Los responsables de este deterioro de la plaza de Sevilla, deberían hacérselo mirar.

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    1. Exactamente. Llevas toda la razón: una plaza de pueblo, que como mucho se convierte en la goyesca de Ronda. Prensa del corazón y orejas a go-gó

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